Ur-Gatza

Este fin de semana tuve el placer de ir a Bilbao para ver a Ferran Adria en el Guggenheim. Fue una ponencia bastante amena, resulta que Ferran es demasiado gracioso y humilde, hablo sobre la cocina como un lenguaje y como el tuvo que explicar y decodificar el lenguaje de  elBulli, para los que tuvieron el grandisimo privilegio de comer alli. Tambien enseño un documental llamado"Documenting Documenta: El Bulli en Kassel" de David Pujol y Richard Hamilton el cual fue maravilloso. Discutieron la relacion entre elBulli y el arte y documentaron su "show" en Kassel hace un par de años... Recomiendo ver este film a cualquier persona interesada en elBulli o en el arte.
Tengo el grandisimo privilegio de tener a Mikel Zeberio como profesor en el Basque Culinary Center, asi que unos compañeros y yo le pedimos que nos direccionara hacia algun restaurante interesante para cenar en Bilbao despues de la ponencia, asi que nos organizo una cena en un pequeño restaurante llamado "Ur-Gatza" cerca del museo. Creo que nunca voy a poder agradecerle a Mikel por todas las cosas que hace por nosotros, por su amabilidad y por su voluntad tan grande de exponernos a todas las cosas magicas que ofrece la cocina.
Me gusto bastante el lugar, bastante austero, limpio [no quiero decir 'minimal' aunque lo fuera] lo cual me gusta, porque te permite concentrarte en la comida mas que en el papel de la pared.


Empezamos con una sopa de setas de la zona, estaba muy buena, tenia un punto dulce pero al mismo tiempo sabia un poco a carne, a tierra, a lluvia, como una buena seta.


Seguido de unas croquetas de solomillo, estaban bastante buenas, me gusto la textura especialemente, es dificil encontrar una croqueta con buena textura, he comido demasiadas croquetas aguadas en mi corta vida, con lo que morder una croqueta crujiente que no era chiclosa por dentro, me emociono bastante. 

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Sin embargo, la felicidad verdadera llego con el pan. El mejor pan del mundo, debo decir. Era una especie de pan de maiz que tenia la corteza de un pan de masa madre que solo podrias encontrar en un deli judio, pero con la integridad de un pan de maiz de una abuela del sur de Estados Unidos. En realidad me es imposible describir este pan, era demasiado bueno. Todos en la mesa pedimos mas, y todos estabamos pendientes de que no "desapareciera" misteriosamente. 


Las cosas se pusieron serias cuando llego este plato. Era un bonito ahumado (perfectamente cortado) con oliva negra y rodajas de rabano. Muy bien balanceado, muy bueno.


Despues, sirvieron una vieira a la plancha con papada de cerdo y simejis. Estaba muy bueno pero me dio la sensacion de que la salsa en el fondo no contribuia mucho, tenia un poco de comino, lo cual era interesante, pero era un poco aburrida y hacia que los hongos parecieran mas salados de lo que eran en realidad. 



Seguido por un bacalao con esparragos naturales y una veloute de mar. El pescado estaba en su punto, el esparrago perfecto. Me parecio bastante delicado y bien balanceado.


Mi plato favorito fue el ultimo plato salado: Una carrillera perfectamente hecha con un glazeado increible y crema de patata. La crema no era algo del otro mundo, pero la carne era extraordinaria, de verdad.


Por ultimo (pero no menos importante) 5 texturas de chocolate. No suelo ser muy fan de los postres que se apoyan en el chocolate como base, prefiero el chocolate en barra o en bombones... Esto, sin embrago, era ridicualmente rico. Una base de tarta esponjosa, aire de chocolate, chocolate blanco liquido, chocolate negro solido, helado de vainilla... Un gran final


Dentro de todo, recomendaria Ur-Gatza, hay una buena relacion calidad/precio, buen ambiente pero un servicio terrible, nuestra camarera fue bastante grosera. Sin embargo, no suelo dejar que el mal servicio intervenga en una buena comida y verdaderamente, nada me podria haber puesto de mal humor esa noche, ya que habia conocido a Ferran Adria unas horas antes... 


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